Sumario: | Como hemos visto en la introducción de esta cartilla, las organizaciones
o centros generadores de conocimientos y tecnologías tienen el desafío de
gestar nuevos productos, servicios o procesos para que lleguen al mercado
y puedan establecerse de forma competitiva. Para lograrlo, la organización
debe plantearse y cumplir una serie de hitos que va desde la gestión del
proceso de ideación hasta el prototipado y validación del nuevo producto en
el mercado. La ideación es la fase inicial del proceso de desarrollo de nuevos
productos y servicios (Syrgiannis et al., 2019; Varela Kilian, 2015), y las ideas
generadas en esta etapa deben estar alineadas con los objetivos, la misión, la
visión y los valores de la organización.
Como actividad inicial del proceso de innovación, la gestión del proceso de
ideación es esencial para que la organización alcance de forma más expedita
y oportuna sus principales objetivos. Es decir, las organizaciones deben asumir
una conducta proactiva, con vistas a anticiparse a diferentes escenarios,
de manera que estén en posición de mantener una ventaja competitiva al
considerar, como fue establecido anteriormente, que la obsolescencia de los
productos es cada vez más corta en el tiempo. En la actualidad, mejorar continuamente
la calidad es una de las formas para aumentar la competitividad,
pero asumir la creatividad como parte del adn de la organización, para dar
inicio a la innovación, es lo que representa verdaderamente el diferencial y
éxito de las organizaciones (Varela Kilian, 2015).
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