Sumario: | El cadmio (Cd) es un metal traza altamente tóxico para los seres
vivos (Hernández-Baranda et al., 2019) que se distribuye en los
suelos del mundo (McLaughlin & Singh, 1999). El Cd está presente
en el suelo desde hace millones de años y su presencia depende de la
roca (volcánica y sedimentaria) que dio origen a la cordillera o al suelo
(origen geológico o geogénesis). En la corteza terrestre, la concentración
promedio de cadmio es de 0,2 mg kg-1 (He et al., 2015). Según
Alloway (2013), las concentraciones de origen geogénico en suelos,
generalmente, no superan 1 mg kg-1 de Cd. En suelos no contaminados,
la concentración de Cd está condicionada por su presencia en el material
parental, por los procesos de meteorización y por el transporte y
deposición de sedimentos provenientes del agua de los ríos. En relación
con el material parental que forma el suelo, los provenientes de rocas
ígneas suelen presentar bajos contenidos de Cd. Por su parte, los derivados
de rocas metamórficas tienen un contenido intermedio y los de
rocas sedimentarias, una alta concentración (He et al., 2015), lo que las
convierte en una fuente importante de este contaminante en el suelo.
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