Sumario: | En los últimos años se ha evidenciado
en Colombia que la ganadería caprina que
proviene principalmente de una tradición
cultural y gastronómica en el país ha
tomado una gran fuerza proyectándose
esta actividad productiva como una
opción de agro-negocio en diferentes
regiones. La producción de caprinos
en Colombia ha sido tradicionalmente
artesanal y regionalizada, con escasa disponibilidad
de tierra, de recursos de infraestructura
y/o tecnología. Se reconoce
a nivel país la crianza de caprinos como
una importante función social en la población rural y en las
comunidades indígenas, proporcionando además de alimento,
recursos económicos y contribución al mantenimiento
de los aspectos socioculturales (Castellanos et. al., 2010).
Los caprinos llegaron a Colombia desde la primera mitad del
siglo XVI, permaneciendo principalmente como una fuente
de proteína animal en condiciones climáticas secas, donde
han demostrado mayor desarrollo y supervivencia, pero a
su vez han contribuido a la pérdida de cobertura vegetal en
áreas ecológicamente más vulnerables (Valencia-Duarte, J.,
et al. 2012).
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