Summary: | Se han desarrollado diversas metodologías para determinar si
el aporte de agua mediante riego suple las necesidades de los
cultivos. Una de las primeras aproximaciones fue el uso de índices
de eficiencia para evaluar el manejo del riego y la productividad
derivada de este (Smith, 2000; Wolters & Bos, 1990). Desde
entonces, se han empleado algunos indicadores de gestión que
cuentan con distintos parámetros que permiten medir la eficiencia
del riego (Pérez et al., 2009).
Diversos autores han sugerido distintas clasificaciones para los indicadores.
Específicamente, los utilizados para relacionar la aplicación
de agua con los requerimientos del cultivo se han agrupado en una
categoría llamada indicadores de adecuación (Gorantiwar & Smout,
2005). Este tipo de indicadores miden la capacidad de un sistema
para aportar la cantidad de agua necesaria para satisfacer las demandas
de riego (Oad & Sampath, 1995). El intento de ajustar la
demanda del agricultor a los requerimientos reales de los cultivos
supondría un uso más racional del agua, aplicándola solo cuando
sea necesaria, sin ocasionar reducciones en la productividad de los
cultivos, lo cual mejoraría la economía del agricultor.
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