Sumario: | La situación crítica de seguridad alimentaria mundial ha empeorado por los efectos del COVID-19, entre los que se puede mencionar la disminución del ingreso y el empleo. A pesar de que la oferta de sector agrícola es constante, la demanda, en la que inciden el poder adquisitivo y la actividad económica han sufrido una caída; por lo cual se prevé una futura recesión económica. Ante esta situación, el mantenimiento de la apertura de los mercados y de la producción del sector agroalimentario son indispensables, con el fin de garantizar la cadena de abastecimiento de alimentos. De igual forma, el apoyo y protección de las cadenas cortas de valor, que promueven el comercio a nivel regional, será a corto y mediano plazo una herramienta para garantizar la seguridad alimentaria de la población
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