Sumario: | La producción agropecuaria se constituye como la columna vertebral de
la economía en las comunidades rurales, desarrollándose en agroecosistemas:
sistemas complejos que demandan un análisis profundo. En la
época de la Revolución Verde, los agroecosistemas fueron simplificados
mediante la implementación de “paquetes tecnológicos” (Molina-Zapata,
2021), herramientas que, en la actualidad, se consideran riesgosas, ya que
impiden la integración de diversos sistemas técnicos necesarios para alcanzar
los objetivos del productor.
Actualmente, los sistemas agropecuarios convencionales contribuyen
significativamente al 31 % de las emisiones globales de gases de efecto
invernadero (gei); además, están estrechamente relacionados con el desplazamiento
de la frontera agrícola para el establecimiento de cultivos y
ganadería, lo que genera problemas ambientales, como la eutrofización,
la deforestación y la degradación de suelos, consecuencias directas de la
masificación en la producción agropecuaria (Wezel et al., 2020).
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