Sumario: | El cultivo de la yuca requiere de un manejo adecuado de la
labranza, de acuerdo con las condiciones del terreno y los
requerimientos del cultivo. Este procedimiento debe dejar el
suelo en adecuadas condiciones físicas: debe ser suelto, profundo
y bien drenado, para garantizar un adecuado prendimiento
y desarrollo de las raíces, así como para facilitar la
labor de cosecha. Por esta razón, la preparación debe garantizar
al menos unos 20 cm de profundidad en un suelo suelto
y libre de terrones.
Los suelos con una mala preparación pueden estar relacionados
con baja aireación, mal drenaje e impedimentos físicos
que dificultan el crecimiento de las plantas, promueven
la presencia de enfermedades y, en general, entorpecen su
manejo. Suelos compactados requieren de la mecanización
con cincel.
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