Sumario: | Los frutos secos no tienen mucha humedad y, para comerlos, es necesario quitarles la cáscara y la cubierta de la semilla. Se pueden comer como golosina o como acompañante en postres y ensaladas. La mayoría tiene altos niveles de grasas, proteínas, minerales dietéticos y vitaminas. Un informe indica que el consumo prolongado de frutos secos puede contribuir a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, los niveles de colesterol en la sangre y la mortalidad por todas las causas.
El consumo moderado de frutos secos (unos 140 g por semana) puede contribuir a reducir el peso corporal.
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