Summary: | El crecimiento de la población mundial deberá desacelerarse aún más en el futuro,
y se espera que la población alcance alrededor de 9.700 millones en 2050 según las
Naciones Unidas (Nações Unidas Brasil, 2019). En ese sentido, uno de los mayores
desafíos para la agricultura es el mantenimiento de la producción de alimentos en
aras de garantizar la seguridad alimentaria de la creciente población mundial, sin
comprometer los recursos naturales y con la garantía de proteger el medio ambiente
y producir fuentes de energía renovables para las generaciones futuras.
En el último siglo, la intensificación agrícola ha sido impulsada por el uso indiscriminado
de fertilizantes químicos, y aunque estos últimos aumentan considerablemente
los rendimientos de los cultivos, también han tenido un impacto negativo en el medio
ambiente, lo que se refleja en un cambio climático irreversible y pérdidas en
muchos servicios ecosistémicos.
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