Summary: | La yuca es un cultivo eficiente en la producción de carbohidratos, se adapta
a una amplia gama de entornos, tolera la sequía y requiere de menos
mano de obra que otros cultivos (De Olanda Souza et al., 2022). Sin embargo,
la producción de yuca enfrenta serias limitaciones, entre las cuales se
incluyen el deterioro fisiológico de las raíces reservantes durante la poscosecha;
bajos rendimientos por insumos limitados, como fertilizantes, pesticidas
y herbicidas, y alta susceptibilidad de los genotipos a una variedad
de enfermedades y plagas que ocasionan daños económicos y reducen de
forma drástica los rendimientos de la yuca (Rwegasira & Rey, 2012).
Los problemas patológicos y entomológicos asociados a la producción de
yuca pueden llegar a ser de gran importancia económica, aunque en muchas
ocasiones pasan desapercibidos. Debido a su largo ciclo de crecimiento
(8-24 meses), las plantas de yuca están expuestas al ataque de muchas
plagas y enfermedades y a las variables condiciones climáticas y edáficas de
cada región durante su ciclo de crecimiento, lo cual disminuye la calidad de
las raíces y los rendimientos (Graziosi et al., 2016). El control de estos problemas
durante la temporada de crecimiento puede ser muy costoso, por lo
que el agricultor debe dar prioridad a su prevención antes que a su control.
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