Sumario: | La arracacha es considerada una de las plantas domesticadas más antiguas de América en virtud
de su gran variabilidad y la existencia de formas silvestres (Rodríguez C, 1999). No hay vestigios
que permitan identificar el origen exacto de la especie, pero es probable que se encuentre en el
área septentrional de América del Sur, entre Colombia, Ecuador y Perú, por la presencia de
especies silvestres afines. Bukasov (1981) señala que posiblemente el territorio de Colombia
constituyó un centro primario de domesticación de la arracacha, dada su gran variedad en esta
región. En la medicina nativa se le utilizaba cocida y amasada en calidad de cataplasmas
antiinflamatorios y antisépticos; también se le conocía como diurético y estimulante,
antidiarréico, para expulsar la placenta y para las verrugas de la piel (Estrella, 1990).
Actualmente la arracacha es cultivada a lo largo de la cordillera de Los Andes, desde Venezuela
hasta el norte de Chile y noroeste de Argentina. Se puede cultivar desde 200 a 3200 metros sobre
el nivel del mar (msnm), pero se desarrolla mejor entre 1.800 a 2.500 msnm. Los investigadores
del Centro Internacional de la Papa (CIP), calculan que unas 30.000 hectáreas se dedican al
cultivo de la arracacha en América del Sur y América Central.
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