Summary: | Este proyecto fue motivado por las ideas presentadas a continuación: En su afán de apoyar procesos de desarrollo, la Cooperación Internacional a menudo apoya programas simplistas que basan sus propuestas unilateralmente o en el conocimiento científico/tecnológico (exógeno) o en el conocimiento local (autóctono o endógeno). Estos programas no solamente tienen sesgos fuertes a favor de una de las fuentes de conocimiento sino, implícita o explícitamente, descalifica la otra fuente. En demasiadas instancias, se encuentra en las comunidades rurales proyectos respaldos por diferentes organizaciones (gubernamentales, privadas, ONGs) con agendas diferentes y mensajes profundamente contradictorios. Los perdedores son inevitablemente los supuestos beneficiarios. Esta situación es común en el desarrollo rural y agropecuario, en salud pública y medicina, y el desarrollo económico local. Se puede plantear la hipótesis que para el desarrollo agropecuario y rural es imprescindible usar creativa, eficiente y sinérgicamente las dos clases de conocimiento: los derivados de la ciencia moderna y los saberes locales, que incluyen los conocimientos tradicionales y de origen reciente de los grupos campesinos, indígenas y afrodescendientes. Los programas convencionales de extensión agrícola muchas veces presuponen que la ciencia y tecnología moderna son mejores que la no científica; mientras que otra tendencia creciente considera que lo tradicional es bueno y lo nuevo es indeseable. Estos dos modelos son encontrados en el sentido que muchas veces no admiten evidencias contrarias.
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