¿Para qué regar? : el suelo como fuente de agua para las plantas

El suelo es el que provee agua a los cultivos; es el almacén de agua. De nada sirve a las plantas que haya un río o una quebrada cercana si al suelo no le llega agua. Esta se almacena en el suelo con aporte meteórico (con la lluvia), con el riego o con los flujos subsuperficiales, debido a la...

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Detalles Bibliográficos
Otros Autores: Corporación colombiana de investigación agropecuaria, Mosquera (Colombia)
Formato: book part
Lenguaje:Español
Publicado: Corporación colombiana de investigación agropecuaria - AGROSAVIA 2024
Materias:
Acceso en línea:http://hdl.handle.net/20.500.12324/40005
Descripción
Sumario:El suelo es el que provee agua a los cultivos; es el almacén de agua. De nada sirve a las plantas que haya un río o una quebrada cercana si al suelo no le llega agua. Esta se almacena en el suelo con aporte meteórico (con la lluvia), con el riego o con los flujos subsuperficiales, debido a la capilaridad o a las corrientes subsuperficiales. Gracias a sus propiedades iónicas, el suelo permite la adherencia de las moléculas de agua a su matriz. Por ser un medio poroso, posibilita el almacenamiento en los microporos, y, a través de los macroporos, el movimiento o el flujo del agua (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura [fao], 2009). Claramente, entre más microporosidad, más almacenamiento: este es el caso de los suelos arcillosos. En suelos arenosos, dado que hay mayor volumen de macroporos, se privilegia el flujo, por lo cual hay un almacenamiento diferencial, de acuerdo con la textura del suelo.