Análisis de inteligencia científica del enfoque estratégico de agricultura climáticamente inteligente

La demanda por alimentos y el desarrollo acelerado de la agroindustria ha conllevado en las últimas décadas a la intensificación de la producción agropecuaria con el consecuente detrimento del medio ambiente y recursos biofísicos. Aunado a esta situación, el cambio y variabilidad climática afectan l...

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Detalles Bibliográficos
Autores principales: Morales Castañeda, Alexis, Contreras, Carlos Alberto, Flórez Martínez, Diego Hernando
Formato: Estudio de vigilancia
Lenguaje:Español
Publicado: Corporación colombiana de investigación agropecuaria - AGROSAVIA 2024
Materias:
Acceso en línea:http://hdl.handle.net/20.500.12324/39805
Descripción
Sumario:La demanda por alimentos y el desarrollo acelerado de la agroindustria ha conllevado en las últimas décadas a la intensificación de la producción agropecuaria con el consecuente detrimento del medio ambiente y recursos biofísicos. Aunado a esta situación, el cambio y variabilidad climática afectan los rendimientos de cultivos y la ganadería, debido a la imprevisibilidad y variabilidad de fenómenos meteorológicos que afectan la fisiología y adaptabilidad de los sistemas productivos. Como respuesta a esta problemática, y a la vez un desafío a superar, la agricultura ha ido cambiando su enfoque hacia sistemas que propenden por una producción sostenible alineada con la conservación de recursos naturales, contribuir a la mitigación de la vulnerabilidad climática y la sinergia agroecológica. En este sentido, ha surgido la iniciativa de abordar una Agricultura Climáticamente Inteligente o inteligente en función del clima (ACI o CSA por sus siglas en inglés) la cual se define como un enfoque de producción cuyo objetivo es transformar y reorientar el desarrollo agrícola para afrontar y responder de forma eficaz a las nuevas realidades del cambio climático, con el fin de aumentar de manera sostenible la productividad con resiliencia sostenida, contribuyendo a su vez a la seguridad alimentaria (FAO, 2013; Lipper et al., 2014). Para ello se debe abordar de manera simultánea desafíos que están interconectados tales como: Mejorar y garantizar la seguridad alimentaria, adaptación al cambio climático y la contribución a la mitigación de este (FAO, 2013). A su vez, la ACI se fundamenta en tres pilares fundamentales: 1. Incrementar de forma sostenible la productividad y los ingresos agrícolas; 2. Adaptar y desarrollar resiliencia al cambio climático; y 3. Reducir y/o eliminar las emisiones de gases de efecto invernadero donde sea posible (CSA Guide; FAO s/a).