Summary: | Las semillas constituyen la base fundamental para el sustento de la humanidad. Estas albergan el potencial genético de las especies agrícolas y sus variedades, las cuales resultan de la mejora continua y la selección a través del tiempo (Food and Agriculture Organization [fao], 2020). Bajo el sistema tradicional de producción, los agricultores conservan sus cultivos con variedades locales y, por lo general, utilizan semillas que obtienen de su cosecha anterior o por el intercambio con otros productores (Hermann et al., 2010). En el caso del ñame, el material de propagación o la semilla para el establecimiento de los cultivos es el órgano reservante o tubérculo, que es también el producto cosechable, consumible y comercializable. http://hdl.handle.net/20.500.12324/36971
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