| Sumario: | El proceso de industrialización de la papa aporta considerables beneficios al país, al consumidor y a los productores. Entre ellos cabe destacar la mejora en la oferta de alimentos, la estabilización de los precios reduciendo las variaciones estacionales, la utilización de materia prima nacional y la selección del producto por parte del agricultor. De la industrialización de la papa se obtienen numerosos productos entre los cuales el artículo reseña los siguientes: para alimentación humana (papa frita en rodajas tipo chips, papa a la francesa fresca, a la francesa prefrita o precocida congelada, puré de papa y harina de papa), para la industria (almidón, harina y alcohol), para consumo animal (harina). Entre los factores que favorecen el mercado de alimentos procesados tenemos: la concentración de la población en las ciudades, la crisis energética, los nuevos sistemas de mercadeo al detal, el cambio de hábitos de la mujer, la eliminación del servicio doméstico, la acción publicitaria, la mayor duración del producto, la capacidad de imitación del consumidor, el hecho de que la papa procesada no genera desperdicios, el volumen apreciado, el peso exagerado y la importancia creciente de los supermercados y almacenes en cadena
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