Podas en pitaya amarilla

Entre las diferentes prácticas agronómicas que tiene el cultivo de pitaya amarilla, las podas es una de las de mayor importancia; generalmente se realizan tres tipos, poda de formación, poda sanitaria y poda de producción. La primera permite dar forma a la arquitectura de la planta y quitar ramas...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autores principales: Cardozo Burgos, Carolina, Medina, Jorge A., Martínez, Mauricio
Formato: book part
Lenguaje:Español
Publicado: ‎‎Corporación colombiana de investigación agropecuaria - AGROSAVIA 2018
Materias:
Acceso en línea:http://hdl.handle.net/20.500.12324/19681
Descripción
Sumario:Entre las diferentes prácticas agronómicas que tiene el cultivo de pitaya amarilla, las podas es una de las de mayor importancia; generalmente se realizan tres tipos, poda de formación, poda sanitaria y poda de producción. La primera permite dar forma a la arquitectura de la planta y quitar ramas improductivas; la segunda, elimina las ramas enfermas o mal formadas; la tercera, elimina los brotes apicales para madurar las ramas, lo que permite inducir nuevos brotes y la formación de los frutos, esta es quizá la poda más importante en los cultivos comerciales. Lo más común en los cultivos de pitaya amarilla en Colombia es que del esqueje que se siembra se permita el crecimiento de tres ramas, que se llamarán secundarias o segundas, estas se dejan crecer hasta que lleguen al alambre y se dejan descolgar hasta que cese el crecimiento apical, al tiempo de estas van saliendo las ramas terceras. La poda comúnmente realizada por el agricultor consiste en dejar crecer los cladodios ya los 50 o 60 cm se despuntan con la mano, con cuchillo o machete.