Summary: | Las hortalizas, reconocidas por su alto valor nutricional y medicinal, han empezado al ocupar un sitio de preferencia en el ámbito alimenticio del nuevo consumidor. Sin embargo, en Colombia la producción de hortalizas, siempre a estado asociada a un alto uso de agroquímicos, generalizándose la idea que a mayor aplicación de plaguicidas y fertilizantes químicos, en dosis que superan las recomendaciones técnicas, mayor será el volumen de producción obtenido. No obstante a nivel mundial las hortalizas han sido cultivos en los que se ha experimentado o evaluado diferentes prácticas de producción limpia, tendientes a reducir o minimizar el uso de agroquímicos.
Su alta rentabilidad, la inversión inicial que implica su producción, el alto riesgo de pérdidas por las constantes fluctuaciones de los precios en el mercado y la susceptibilidad a plagas y enfermedades, además de la alta exigencia (del consumidor, en cuanto a la apariencia estética del producto, no aceptando ningún tipo de daño principalmente de plagas o enfermedades, desarrollan en el productor un gran sentido de aversión al riesgo, lo que conduce a la utilización del control químico como única herramienta de control, el cual es generalmente utilizado en forma inadecuada, con consecuencias y graves implicaciones en la salud humana, tanto del productor como del consumidor y el medio ambiente, debido a la acumulación de metabolitos en el suelo, en el aire, el agua y en el producto para consumo en fresco.
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