| Sumario: | En la mayoría de los emprendimientos culturales llevados a cabo en ocasión del sesquicentenario de la muerte de José de San Martín predominó, mucho más que en otros tiempos, un genuino, espontáneo y patriótico deseo colectivo de aproximación al conocimiento de un José de San Martín real y creíble, que, escondido tras la pétrea, lejana y abstracta representación del Padre de la Patria, sigue siendo para muchos poco más que el recuerdo infantil de una imagen de seño adusto e impecable uniforme, asociada a la pegadiza marcha de San Lorenzo y a algún retrato del cruce de la cordillera de los Andes montado en un caballo blanco.
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