| Summary: | El derrocamiento de Hipólito Yrigoyen abrió un período histórico que, a la luz de los procesos de transformación económica, social y política que tuvieron lugar en su transcurso, implica y determina los fenómenos sucedidos en la década siguiente. El golpe de septiembre de 1930 es la expresión del agotamiento del modelo agroexportador, en el marco de las múltiples crisis combinadas que, a escala mundial, regional y nacional, se desarrollaban entonces en lo económico, social, cultural e ideológico. Al mismo tiempo, dado quede la continuidad institucional de nuestro país desde 1862, se constituyó en un acontecimiento tensionante de la realidad argentina, cuyos síntomas marcarían el inicio de la declinación del radicalismo, hasta entonces la fuerza política mayoritaria.
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