| Sumario: | El estiércol de vaca se ha usado desde hace mucho tiempo como abono orgánico, debido a su efecto positivo en los suelos agrícolas; sin embargo, durante su compostaje emite dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O), los cuales son gases de efecto invernadero (GEI), que inciden en el calentamiento global. El objetivo de esta revisión de literatura fue recopilar prácticas aplicadas para la mejora en el proceso de compostaje, de abonos orgánicos a base de estiércol de vaca; y documentar cuales son las mejoras en el suelo posterior a la aplicación de enmiendas orgánicas. Dichos datos son el compendio de artículos de la comunidad científica, de los últimos 20 años encontrados en bases de datos como, “ScienceDirect, ResearchGate, SpringerLink” y entidades como la FAO. De acuerdo con las investigaciones la emisión de gases de GEI, se puede reducir mediante la adición de fosfoyeso, reduciendo el número de volteos y espacio poroso, o con el uso de estiércol almacenado. Temperaturas entre 60-70 °C permiten eliminar patógenos del interior de la pila de compostaje. También es posible conservar un mayor contenido de nutrientes de la materia prima inicial, reduciendo el número de volteos. En cuanto a las mejoras en el suelo después de la incorporación de abonos orgánicos las investigaciones indican que permiten incrementar el pH de suelos ácidos, mejorar la disponibilidad y retención de nutrientes y contribuyen a la actividad biológica y enzimática del suelo.
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