Atlas de los biocombustibles líquidos 2023- 2024

El Atlas analiza la producción, consumo, comercio y políticas públicas relacionadas con los biocombustibles líquidos, destacando su rol en la transición energética global. Se enfoca en biocombustibles como bioetanol, biodiésel y combustibles sostenibles de aviación, proporcionando datos clave para i...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autores principales: Torroba, Agustín, Chiara, Anabel
Otros Autores: Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA)
Formato: Libro
Lenguaje:Español
Publicado: Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) 2024
Materias:
Acceso en línea:https://bdigital.zamorano.edu/handle/11324/23050
Descripción
Sumario:El Atlas analiza la producción, consumo, comercio y políticas públicas relacionadas con los biocombustibles líquidos, destacando su rol en la transición energética global. Se enfoca en biocombustibles como bioetanol, biodiésel y combustibles sostenibles de aviación, proporcionando datos clave para impulsar estrategias de descarbonización en el sector del transporte. La información fue recopilada de fuentes bibliográficas y complementada con datos estadísticos sobre materias primas, tendencias de producción y políticas regulatorias. Se analizaron variables como el uso de maíz, caña de azúcar y aceites vegetales en la producción, junto con la implementación de mandatos de mezcla obligatoria y estándares de bajo carbono (LCFS), impulsados por países líderes como Brasil y Estados Unidos. Entre 2013 y 2023, la producción global de biocombustibles creció un 50% y el consumo un 48%, consolidando a Estados Unidos y Brasil como principales productores. El bioetanol representa el 65% de la producción mundial, seguido del biodiésel (35%), donde el biodiésel hidrotratado (HVO) mostró un incremento del 538% en una década. Además, 57 países han adoptado mandatos para bioetanol y 45 para biodiésel, con Brasil e India a la vanguardia. Los biocombustibles líquidos ofrecen una alternativa inmediata y sostenible a los combustibles fósiles, permitiendo avances significativos hacia la descarbonización del transporte sin requerir grandes cambios técnicos en los vehículos actuales.