Sumario: | Señala que el sector agropecuario y la agroindustria, a los que se ha unificado en este texto con la denominación de complejo agro-industria, pueden convertirse en uno de los pilares del desarrollo. Pueden aportar su alto nivel tecnológico y de productividad, su vocación exportador, y su flexibilidad para adaptarse a las condiciones del mercado. Explica que para multiplicar su crecimiento al resto de la sociedad, el modelo debe cumplir algunos requisitos; tener un alto nivel tecnológico, ser integrado a nivel del país y en la región, ser sostenible y equitativo y que para adoptar un modelo de desarrollo económico que tenga al complejo agroindustria como uno de sus pilares exige estar alerta y encarar políticas para levantar algunas restricciones, básicamente vinculadas con dos factores: el mantenimiento de políticas proteccionistas en los mercados de algunos productos agropecuarios, y el peligro de deterioro de los recursos naturales. Las potencialidades, requisitos y restriccines para el aporte del agro al crecimiento son discutidos en los dos primeros capítulos. El rol del estado y la política agropecuaria son analizadas en el capítulo tercero. Finalmente, surgen algunos interrogantes frente a las características del nuevo modelo, vinculados con aspectos generales de la economía y la sociedad, pero que tendrán su reflejo en la actividad sectorial, y son planteados en el último capítulo.
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