Sumario: | El maíz es un producto multipropósito, se usa como
hortaliza en forma de mazorca para consumo humano,
para producción de grano seco o como forraje verde y
ensilaje para el consumo animal.
El manejo del maíz desde la cosecha hasta el almacenamiento
contribuirá a hacer más rentable, segura y
atractiva la producción de esta especie en el país. Las
prácticas consisten en realizar la cosecha oportuna, secado,
limpieza, selección, clasificación, almacenamiento
y, en el caso de grano seco, el control de plagas. Gracias
a la eficacia en estas labores, el producto cosechado se
podrá conservar por más tiempo hasta cuando llegue
al consumidor final.
En algunas regiones el maíz se cultiva para la producción
de ensilaje, de esta manera se convierte en una
reserva alimenticia para el ganado bovino en épocas
de sequía o cuando la producción de forraje es limitada.
Esta fuente contribuye a equilibrar el contenido de
nutrientes de la dieta animal debido a que los granos
tienen en promedio 65 a 70% de almidón y representan
más del 40% de la masa seca producida por área
(Mendes et al., 2015).
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