Identificación de las prácticas porcinas en granjas de la región Andina central de Colombia

La industria porcina colombiana (IPC) presenta altos niveles de importaciones de carne de cerdo en canal desde EE. UU. debido a los tratados de libre comercio, y está orientada a abastecer la demanda interna, ya que no todos los departamentos están libres de fiebre porcina. Los porcicultores se enfo...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autores principales: Trujillo Díaz, Johanna, Díaz Piraquive, Flor Nancy, Herrera, Milton M., Gómez Acero, Jorge
Formato: article
Lenguaje:Español
Publicado: Corporación colombiana de investigación agropecuaria - AGROSAVIA 2022
Materias:
Acceso en línea:http://hdl.handle.net/20.500.12324/37568
Descripción
Sumario:La industria porcina colombiana (IPC) presenta altos niveles de importaciones de carne de cerdo en canal desde EE. UU. debido a los tratados de libre comercio, y está orientada a abastecer la demanda interna, ya que no todos los departamentos están libres de fiebre porcina. Los porcicultores se enfocan en controlar los costos de la alimentación y la bioseguridad y en aumentar la tasa de natalidad. El problema de la porcicultura colombiana radica en la búsqueda por aumentar la rentabilidad y eliminar los intermediarios para llegar directamente al consumidor final. El objetivo de este estudio descriptivo fue identificar la aplicación de las prácticas globales respecto a las de la región Andina central de Colombia (RACC). Para esto, se diseñó un instrumento de medición a fin de determinar las prácticas de la IPC y los resultados se utilizaron para definir estrategias de mejora. El contenido del instrumento se validó con siete expertos no considerados en el muestreo. Los resultados se obtuvieron mediante una muestra probabilística con población finita para las fincas porcinas localizadas en los departamentos de Cundinamarca, Boyacá, Tolima y Huila. La población identificada en la RACC fue de 191 porcicultores, y la muestra calculada para la entrevista fue de 50 fincas. No obstante, la tasa de respuesta fue más alta y se logró aplicar el instrumento de medición en 53 fincas porcinas. Se encontró que los porcicultores desean crear nuevas líneas de negocio, pero no tienen confianza en la competencia y existe un déficit en tecnología, infraestructura, políticas públicas e incentivos económicos.