Aplicación de bacterias promotoras del crecimiento vegetal en la mitigación de estreses

Estos afectan y generan impactos negativos sobre patrones de biodiversidad y servicios ecosistémicos (sostenimiento y aprovisionamiento) que influyen sobre la productividad agrícola y, por ende, la seguridad alimentaria (Urban et al., 2016). Dicha productividad y el crecimiento de las plantas (de un...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autores principales: Moreno Galván, Andrés Eduardo, Cortés Patiño, Sandra Lucía, Mendoza Labrador, Jonathan Alberto, Bécquer Granados, Carlos José
Formato: book part
Lenguaje:Español
Publicado: Corporación colombiana de investigación agropecuaria - AGROSAVIA 2022
Materias:
Acceso en línea:http://hdl.handle.net/20.500.12324/36980
Descripción
Sumario:Estos afectan y generan impactos negativos sobre patrones de biodiversidad y servicios ecosistémicos (sostenimiento y aprovisionamiento) que influyen sobre la productividad agrícola y, por ende, la seguridad alimentaria (Urban et al., 2016). Dicha productividad y el crecimiento de las plantas (de una gran diversidad de cultivos agronómicos) están restringidos intermitentemente por diversos factores ambientales que generan un gran número de estreses de tipo abiótico. Dentro de estos, se encuentran la salinidad, la toxicidad por la acumulación de metales pesados, las temperaturas extremas (altas y bajas) y el déficit hídrico provocado por las sequías (Aroca, 2012). De todos estos tipos de estreses abióticos, los que más afectan la producción agrícola a nivel mundial son el déficit hídrico causado por las sequías y la salinidad en los suelos (Kole et al., 2010; Shrivastava & Kumar, 2015). La sequía disminuye el potencial hídrico del suelo, afectando la absorción de agua por parte del sistema radical de las plantas, lo que causa un estrés oxidativo e incrementa la síntesis de especies reactivas de oxígeno (ros, por sus siglas en inglés: reactive oxygen species), que generan daños irreparables en las células vegetales (Vurukonda et al., 2016). De igual manera, esta condición de estrés implica daños en los procesos metabólicos que afectan la fotosíntesis y la asimilación y absorción de nutrientes, lo que produce efectos nocivos sobre el crecimiento y la productividad de los cultivos (Osakabe et al., 2014). Por estas razones, las sequías han ocasionado reducciones significativas en los rendimientos de cultivos como trigo, arroz, maíz y cebada (Miransari, 2014), y se espera que cause graves problemas de crecimiento en las plantas al afectar más del 50 % de las tierras cultivables para 2050 (Kasim et al., 2013).