Summary: | La política económica le ha otorgado a la actividad comercial un papel secundario, dependiente de la dinámica misma de los sectores productivos, a pesar de ser el mercado el escenario donde se materializa el destino de la producción. Es decir, se ha supuesto que si el producto industrial, agropecuario o minero crece, el desarrollo y la modernización de la comercialización vendrá como un resultado y consecuencia de tal crecimiento. Concepción que no se ajusta con las actuales condiciones del mercado y de la economía, donde prevalece la creación de la demanda a través de estrategias de comercialización y mercadeo incluidos entre ellos la carne.
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