| Summary: | Los problemas sanitarios de origen parasitológico afectan la producción bovina en una forma mayor que los problemas de origen infeccioso, especialmente en el ganado de leche y de doble propósito. A nivel de hemoparásitos el ganado bovino se ve infectado por Babesia bovis, Babesia bigemina, Anaplasma marginale y Trypanosoma vivax. Las dos especies de Babesia son transmitidas en forma biológica por garrapatas y por insectos picadores. Estos hemoparásitos ocurren en regiones tropicales y subtropicales, lo que hace que los terneros se expongan desde edad temprana a éstos y sufran episodios severos de enfermedad clínica, presentándose en la etapa de levante un equilibrio huesped-parásito llamado estabilidad enzoótica. Teniendo en cuenta esto es necesario hacer un manejo preventivo garantizando que los terneros desde los primeros meses se acostumbren a la infestación por garrapatas e insectos transmisores de hemoparásitos, para tal fin se debe hacer un manejo integrado, umbral de daño o umbral económico, remoción de animales muy suceptibles, ganado resistente, rotación de especies animales, descanso de potreros, tratamientos estratégicos y selectivo. Debe por ejemplo emplearse pastos desfavorables para la garrapata como el gordura, carimagua o la leguminosa Stylosanthes, control biológico a partir de insectos, bacterias, virus, hongos. Los parásitos internos más importantes incluyen Fasciola hepática, Strongylida, Ostertagia y Cooperia, parásitos que se ven influenciados por la precipitación lo cual crea un ambiente favorable para la incubación de huevos de helmintos y la supervivencia de las larvas en el pasto. El manejo integrado de los endoparásitos debe tenerse en cuenta el criterio de selección de los antihelmínticos, el manejo de potreros en el aspecto de rotación evitando la reinfección.
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