Sumario: | Altos porcentajes de natalidad, buen peso al destete, crecimiento rápido y contínuo y óptima utilización de los forrajes en el proceso de engorde, son aspectos muy importantes en una explotación ganadera y están casi exclusivamente basados en una adecuada nutrición. En ganado de carne, en general, las necesidades de proteína, son más altas en los animales jóvenes en crecimiento y en vacas gestantes. Una deficiencia de proteína resulta en crecimiento retardado, pérdida del apetito, baja producción de leche, calores irregulares y pérdida de peso. Si no hay suficiente alimento, lo cual es frecuente en épocas de sequía o de lluvias prolongadas, las necesidades de energía del cuerpo se suplen utilizando las reservas de los tejidos. Esto resulta en una pérdida en la condición general y en el peso corporal del animal. Una vez que las necesidades de energía para el mantenimiento del cuerpo han sido satisfechas, cualquier exceso de energía puede utilizarse para crecimiento o engorde. Una recomendación práctica para todas las clases y edades de ganado, es el suministrar minerales a libre voluntad. La sal es siempre necesaria, la harina de huesos es fuente de Ca y P, en áreas con deficiencia en Co y/o I, los minerales deben adicionarse a la sal o suministrarse en mezcla mineral. El ganado de carne debe tener agua abundante a libre voluntad en todo momento
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