Sumario: | Aunque se posee alguna información sobre producción de semillas de gramineas, se indica que, hace falta más investigación relacionada con épocas y métodos de cosecha, limpieza, almacenamiento, empaque y áreas adecuadas para la producción de dichas semillas. De 41 millones de hectáreas, más o menos 14 millones corresponden a pastos introducidos y el resto a pastos nativos. En general, las especies nativas se consideran inferiores a las especies introducidas, tanto en producción de forraje como en valor nutritivo. El Programa de Pastos y Forrajes del ICA, ha encontrado que en los Llanos Orientales se requieren de 5 a 10 hectáreas de pasto nativo (género Andropogon) para sostener un animal adulto, con pasto gordura (Melinis minutiflora) se requiere una hectárea por animal en época de lluvia y 2 hectáreas por animal en época de sequía. Para una ganaderia progresista abastecedora del consumo interno y convertirse en fuente sólida de divisas, es necesario sustituir muchas de las especies nativas por introducidas y además renovar praderas improductivas. Lo anterior implica producir una gran cantidad de semillas de pastos en forma permanente. Se justifica producir gramineas adaptadas a clima cálido, especialmente angleton (Dichantium aristatum), guinea (Panicum maximum) y puntero (Hyparrhenia rufa). Se demuestra la ventaja de la utilización de las mezclas de gramineas y leguminosas en la economía de la fertilización con nitrógeno. Se demuestra la necesidad de producir semillas de algunos pastos (gramineas y leguminosas)
|