Sumario: | Las dos formas de ocupación humana, que han tenido un mayor impacto en la deforestación y en el acelerado proceso de degradación de los suelos de la Amazonia Colombiana intervenida, han sido el extractivismo y la colonización agropecuaria. El extractivismo originado al comienzo del presente siglo con las bonanzas de pieles, caucho y maderas, y en las últimas décadas por la proliferación de los cultivos ilícitos, ha afectado un poco más de los 20 millones de hectáreas de la Amazonia. Como resultado del proceso de colonización agropecuaria, se estima que cerca de 4.6 millones de hectáreas de la región amazónica han sido intervenidas, y de ellas aproximadamente 2.012.000 han perdido su cobertura natural y se encuentran en cobertura de pastos. Infortunadamente, el uso de la tierra en ganadería ha producido los mayores impactos negativos en el Piedemonte cordillerano y las superficies sedimentarias amazónicas de los departamentos de Caquetá y Putumayo, principalmente (García y col, 2002).
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