Sumario: | Las plantas que crecen en suelos con alta acidez, se ven afectadas por un gran número de factores como deficiencias nutricionales, sensibilidad al estrés hídrico y toxicidad de aluminio, en general la toxicidad de aluminio ocurre en suelos con valores de pH por debajo de 5,5 y es más severa cuando estos valores disminuyen por debajo de 5,0 en los cuales la solubilidad del aluminio aumenta considerablemente. Dentro de las prácticas utilizadas para corregir la acidez del suelo y los efectos tóxicos del aluminio, está el uso de cales con las cuales se eleva el pH a puntos cercanos a 5,5 ó 6,0, donde el aluminio se precipita disminuyendo su solubilidad, otra estrategia utilizada es el empleo de plantas que se adapten a estas condiciones en particular. Existen varios materiales que son capaces de reaccionar con el suelo y elevar el pH, entre los que se pueden citar: óxido de calcio, hidróxido de calcio, cal agrícola, cal dolomita, óxido de magnesio, magnesita, arcillas calcáreas y escorias industriales. La eficiencia agronómica de estos materiales se fundamenta en los siguientes factores: pureza del material, forma química, tamaño de partículas y poder relativo de neutralización total, este último parámetro indica qué porcentaje de la cal, es capaz de reaccionar en un lapso de 3 meses. Para que la cal sea efectiva es necesario mezclar completamente el material en los primeros 15 a 20 cm de suelo, utilizando arado o rastra, no hay limitaciones en cuanto a la época de aplicación siempre que haya humedad en el suelo y no coincida con la práctica de fertilización, el efecto residual de la cal depende de la velocidad de reacción, que se ve favorecida por la alta temperatura y la presencia de humedad en el suelo
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