Sumario: | La distribución del valor de la producción agropecuaria en la última década, muestra que las actividades pecuarias pasaron de una participación del 34 por ciento en 1991, a representar el 41 por ciento en 1998, el producto interno bruto de la ganadería bovina alcanzó tasas de crecimiento por encima del 5 por ciento hasta mediados de los años noventa, por otra parte, desde el punto de vista de la evolución del crecimiento de la actividad pecuaria, con respecto a otras actividades del agro, muestra un avance que refleja la recomposición de las inversiones y mayor articulación con las cadenas agroalimentarias. Este crecimiento se puede explicar por una menor exposición a la competencia internacional, el efecto ingreso por revaluación del tipo de cambio, el desplazamiento de la demanda agregada y la crisis de rentabilidad de los cultivos semestrales. Sin embargo las condiciones cambiaron drásticamente (1997-2000), la presentación del fenómeno del niño ocasionó sequía pronunciada en zonas productoras (incrementó tasa de extracción para sacrificio, reducción de capacidades de carga y aumentó costos de producción), la contracción general de la economía y el incremento de inseguridad rural. A partir del año 2000 se revierte la recesión económica, lo que genera aumento en consumo per cápita e incremento de inventarios animales. A pesar de estos problemas se observan avances que amplían la capacidad competitiva, tales como: modernización de infraestructura, diversidad de arreglos comerciales, incorporación de tecnología, avances en control de aftosa, crédito para redoblamiento, disposiciones sanitarias, acuerdos de competitividad y avances en sistemas de comercialización
|