Summary: | Durante cerca de ocho años que llevaba trabajando para el sector agropecuario, jamás había tenido un reto como el de coordinar el plan del Gobierno que ayudaría a minimizar los efectos del Fenómeno de La Niña 2010-2011 sobre dicho sector. Aunque en principio la consigna fue la de generar soluciones de choque, como la entrega de semillas o la provisión de suplementos bovinos subsidiados, siempre tuvimos claro que cuando llegara la calma, la tarea debía estar enfilada a prepararnos para enfrentar eso que llamamos “Cambio Climático” y los efectos que produce en las actividades del campo.
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