Summary: | Pese a la persistencia de un conflicto tan largo como de creciente intensidad y pese a la inocultable ampliación de la presencia de las organizaciones guerrilleras en las zonas rurales del Meta, es todavía escasa la preocupación de los planificadores por identificar con mayor precisión los efectos de la violencia sobre la producción, sobre la asignación de recursos o sobre las transformaciones en el sistema productivo del sector agropecuario. La poca atención de los analistas por acopiar elementos actuales sobre las implicaciones económicas de este conflicto, se reduce por lo general a hipótesis derivadas del sentido común, sin mayor esfuerzo de cuantificación o de especificaciones de detalle respecto a los efectos negativos que cabría esperar de las situaciones de inseguridad y de conflicto armado en la economía del departamento.
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