Sumario: | A través del tiempo, en la naturaleza se ha desarrollado un gran número de
interacciones entre plantas y animales, las cuales han sido de gran importancia para
el surgimiento y mantenimiento de las especies una de ellas es la polinización; esta
consiste en el desplazamiento del polen desde la antera de una flor al estigma de la
misma u otra flor, la cual es facilitada por el viento, el agua y/o los animales.
En el reino animal los insectos son los agentes polinizadores más eficientes,
sobresaliendo la abeja, y en especial la Apis mellifera, ya que posee un elevado
número de individuos por unidad de área (en promedio unos 50.000 individuos),
de los cuales el 50% sale en búsqueda de alimento; alimento constituido por el
polen y el néctar que las flores le ofrecen; esta actividad de colectarlo se denomina
‘pecoreo’.
La abeja realiza en promedio 15 viajes de pecoreo durante el día y en cada
viaje visita unas 40 flores, lo que equivale aproximadamente a unas 15 millones
de flores visitadas por una colonia en un día.
Estudios realizados indican que una abeja puede pecorear en promedio hasta
una distancia de 1.500 metros de radio (Vasquez, 1995), distancia que se ve
afectada por factores ambientales tales como temperatura, radiación solar, viento
y lluvia, la distancia de la colmena al cultivo y la competencia insectil y floral de
la zona.
|